miércoles, 22 de septiembre de 2010

La dieta mediterránea aumenta la salud del feto

Una dieta rica en verduras, frutas, pescado azul y aceite de oliva no sólo es recomendable en adultos o ancianos, sino que también favorece el desarrollo saludable de feto, según un estudio científico realizado por la Universidad Erasmus de Rotterdam, en Holanda, dado a conocer hoy.

Según comenta Sarah Timmermans, la experta responsable de la investigación, la ingesta de ese tipo de alimentos "aumenta considerablemente la salud del futuro bebé y también mantiene bajo control los niveles de presión sanguínea en la madre, un elemento de gran importancia en el parto".

La novedad de este estudio radica en que hasta la fecha se consideraba que en los tres primeros meses de gestación el feto se desarrollaba igual, independientemente de la dieta que llevara la madre.

"Lo que comemos tiene mucho que ver con lo que somos, por si a alguien se le había olvidado. Este estudio lo confirma", explica Timmermans.

El Centro Médico Erasmus (EMC), dependiente de esa universidad holandesa, realizó el estudio en los dos últimos años con 10.000 mujeres embarazadas que durante el período de gestación ingirieron una dieta típica mediterránea.

"Comenzamos a analizar la gestación desde los primeros estadios hasta el parto, y también hicimos un seguimiento del recién nacido en su primer año de vida", explica la experta, citada por la agencia de prensa holandesa.

La experta se fijó como objetivo establecer el contraste entre los beneficios de la dieta mediterránea y los efectos nocivos de una dieta del norte de Europa, rica en aceites grasos y caracterizada por la ingesta de patatas, salsas grasas y carne.

El estudio demuestra que en los tres primeros meses de gestación, las mujeres que consumieron una dieta del norte de Europa, menos sana que la mediterránea (predominante en el sur del continente), dieron a luz a niños con un peso corporal bajo respecto a lo se considera parámetros normales.

"Las madres que ingirieron mucha carne roja, patatas y grasas y pocas frutas y verduras, poco pescado azul, dieron a luz a niños más frágiles", asegura la experta en nutrición.

Estos resultados coinciden con análisis previos realizados por laboratorios en todo el mundo según los cuales los niños que nacen con problemas, como un peso menor u otros desequilibrios, corren un riesgo mucho más elevado de padecer patologías cardíacas o disfunciones relacionadas con elevados niveles de grasas en sangre (colesterol).


Grupo 6

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