Prevención y Nutrición 2010

Del colegio a la universidad hay un abismo de diferencias, incluso en temas nutricionales. Esto, porque los jóvenes suelen reemplazar la saludable alimentación casera con los clásicos completos, papas fritas o hamburguesas a la hora de almuerzo... y en realidad en todas las comidas del día.

Pero, ¿cómo los estudiantes pueden evitar caer en esa rutina de mala alimentación? Según la académica de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad Andrés Bello (Unab), Macarena Gullón, se debe partir por conservar y ordenar los horarios de comida, primera acción que suele jugar en contra de una buena nutrición en los universitarios.

Por lo mismo, los estudiantes no debieran estar más de cuatro horas sin ingerir algún tipo de alimento. "Una colación en la mochila diariamente ayuda, que por cierto, debe ser saludable, como frutas, yogurt o algún tipo de galleta integral sin azúcar. Es necesario que los universitarios logren respetar las cuatro comidas diarias".

Asimismo, la docente de la Unab recomienda que los universitarios consuman proteínas (carnes y derivados), leche o algún lácteo descremado todos los días. También deben preocuparse de comer verduras y frutas que aportan fibra, vitaminas y cereales; o legumbres, que les darán los hidratos de carbono que necesita un estudiante de educación superior.

Comida chatarra

"Hay que tener precaución con este cambio de hábito alimenticio, que aunque no constituye un trastorno, sí puede transformarse en un problema. Consumir comida chatarra y no tener tiempo para hacer deporte como lo hacía mientras estaba el colegio puede desencadenar en un aumento de peso en los jóvenes", señaló.

El consumo de mayores cantidades de grasas, azúcares y calorías presenta una serie de riesgos para la salud como la dislipidemia (alteración en el perfil lipídico).

Este tipo de comida, además, tiene un alto contenido de sodio lo que, a largo plazo, puede impactar en la presión arterial, sobre todo si se tiene antecedentes familiares de hipertensión.

Según Gullón, los hombres son más propensos al colesterol alto, "pues las mujeres estamos protegidas por los estrógenos. Pero la población femenina, en cambio, tiene más facilidad para subir de peso debido a un metabolismo más bajo que los hombres".

Fuente: http://www.australosorno.cl/prontus4_nots/site/artic/20100904/pags/20100904000032.html

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